
Si observas los bandos de gaviotas que se posan en la orilla del mar en días que sople algo de viento, podrás ver que todas miran hacia el mismo punto, indicando el lugar de procedencia del viento, como si de veletas vivientes se tratara. Intentaré explicarte la causa. El plumaje en las aves cumple varias funciones entre las que cabe destacar la de aislamiento térmico, o sea, reduce la influencia de la temperatura ambiental sobre el cuerpo del ave. Para el correcto funcionamiento del sistema aislante, las plumas deben encontrarse minuciosamente conservadas, así como perfectamente alisadas y peinadas, lo que conlleva faenas diarias de aseo y cuidado en las que invierten grandes cantidades de tiempo. Con todo ello consiguen formar una fina capa de aire, aislada de las condiciones externas, entre la piel y las plumas. Cuando sopla el viento, las aves expondrán el pecho, encarándose hacia él para hacer valer la posición aerodinámica de su plumaje. El aire recorrerá suavemente el exterior del plumaje sin conseguir acceder en ningún punto al interior de la capa aislante. Si, por el contrario, el viento soplara desde la cola, levantaría el plumaje y entraría a través de los recovecos hacia la capa aislada, desequilibrando su temperatura.

Cuando están nidificando, las gaviotas también modifican su posición, pero esta vez con respecto a los incidentes rayos de sol. La intención será mostrar siempre el pecho hacia la fuente de luz y calor. Con ello consigue reducir la absorción de calor en exceso, como veremos a continuación. Por una parte, exponen menor superficie corporal hacia el sol que si mostraran la espalda o el costado. Por otra parte, el pecho y la cabeza, al ser blancos, reflejan muy bien el calor del sol, al contrario que el dorso o los costados, siempre de colores más oscuros. Lógicamente, para conseguir estar siempre mostrando el pecho al sol, deberán girar 180 grados a lo largo del día, mirando hacia el Este al amanecer, para ir girando paulatinamente hacia el sur conforme avanza el día, y acabar mirando hacia la puesta de sol.

Existen otras especies animales que utilizan la exposición al sol con la intención contraria, o sea, para absorber calor. Para conseguirlo, expondrán a su luz las zonas más oscuras del su pelaje o plumaje, zonas que, a su vez estarán profusamente surcadas por vasos sanguíneos que se encargarán en poco tiempo de repartir el calor por el resto del cuerpo.
muy didáctica tu explicación, paso horas observando a las gaviotas y son fuente de inspiración constante.
ResponderEliminarSaludos
Me fascina observarlas y nunca entendía por que miraba en la misma dirección
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